Mitos y verdades de tener un huerto en casa
Oct 17, 2023Si ya tienes más de veinte razones para empezar tu huerto, pero en tu mente sigues escuchando las típicas frases que sólo sirven para que sigas posponiéndolo, como:
- Tener un huerto me va a quitar mucho tiempo.
- Cultivar mis verduras me va a salir más caro.
- Los huertos se ven feos, voy a arruinar mi jardín o terraza.
- Me voy a llenar de bichos.
- No tengo suficiente espacio.
¿Te resuena alguna de estas frases? A mí me zumbaron en los oídos por un tiempo, hasta que me probé que no eran razones para no empezar. Te platico por qué nada de esto te puede detener en tener el huerto de tus sueños:
Tener un huerto me va a quitar mucho tiempo.
Para empezar, un huerto no te quita tiempo: te da tiempo, para ti, para compartir con tu familia y amigos, para vivir más años con salud… pero todo eso ya te dije, y aparte a eso no te referías, ¿cierto?
La verdad es que, una vez que tengas tus bancales instalados, no vas a tener que dedicarle mucho tiempo a tu huerto. Lo ideal es que le dediques unos 20 minutos diarios, más o menos, dependiendo de su tamaño. Claro que esos 20 minutos no son todos de una actividad intensa, no creas que es todo sudor y lágrimas (y lágrimas sólo serán de felicidad).
Una de las tareas que ocupan más tiempo es el riego, así es que te aconsejo que instales un sistema de riego inteligente si quieres quitarte esa preocupación. Las demás actividades incluyen siembra, trasplante, deshierbado, aporcado, entutorado, fertilización, poda y limpieza (si no tienes idea de cómo se hace todo eso, no te preocupes, ya pronto llegaremos ahí). Y si las distribuyes a lo largo de la semana, verás lo fácil y rápido que puede ser cuidar tu huerto. La metodología de Kuxal Tierra (que aprenderás en los siguientes capítulos), te permite cultivar los mejores ingredientes para tu cocina, de una manera sencilla y práctica.
Sin embargo, te tengo que decir la verdad. Sí vas a pasar más de 20 minutos diarios en tu huerto, ¡pero de puro gusto! A mí me encanta salir en la mañana a tomarme mi taza de café mientras recorro el huerto para ver qué estará listo para cosechar y usar a la hora de la comida. También aprovecho para revisar qué necesita atención y ponerlo en mi calendario semanal de trabajo. Por ejemplo, checo con ojos de águila las hojas del brócoli para asegurarme que no haya pulgones, o veo si ya es momento de aclarar las zanahorias.
Por las tardes me gusta volver a darle una vuelta. Tal vez me quite los zapatos, aunque a quien engaño, si siempre estoy descalza en mi jardín… y me siente entre los bancales. Siempre es una delicia admirar las plantas en el atardecer, o cerrar los ojos un rato y sólo escuchar la vida alrededor. Creo que a esto le dicen meditar…
Cuando tengo visitas en la casa, el recorrido por el huerto es obligatorio, y muchas veces nos quedamos platicando ahí por un buen rato. Y en ocasiones, especialmente cuando acabo de sembrar el huerto o cuando todo está cargado de flor y fruta, salgo en la noche para admirar la belleza de mi santuario una última vez antes de dormir. No me sorprendería si tú acabas haciendo lo mismo…
Cultivar mis verduras me va a salir más caro.
¿Más caro que qué? Que las verduras del supermercado, seguro que sí…
Sin embargo, yo creo que tener un huerto en tu casa es un regalo, si no es que más bien es una inversión. Tener un huerto en casa va mucho más allá de únicamente la cosecha de verduras. Cuando pienso en todos los beneficios que tiene cultivar nuestros propios alimentos, me sorprende que no lo tengamos tan claro. Para mí, un huerto en casa es una inversión: una inversión en salud, en alegría, en tiempo de calidad con mi familia y amigos, en vida.
De cualquier manera, la metodología de Kuxal te va ayudar a reducir los gastos de tu huerto, pues utilizamos materiales e insumos de calidad, que te durarán mucho tiempo, y que puedes conseguir fácilmente. Nada de peatmoss ni botellas de fertilizante orgánico, mejor usamos insumos con mayor responsabilidad ecológica, social e incluso económica.
Los huertos se ven feos, voy a arruinar mi jardín o terraza.
Tal vez esta sea la razón por la que más personas siguen sin animarse a tener un huerto en casa. Cuando pensamos en hortalizas, muchas veces nos imaginamos un pedazo de tierra con plantas sin mucho chiste. Cuando yo pensaba en huertos urbanos, no podía evitar imaginarme un huacal de madera, o peor aún, de plástico, de esos que te dan en el supermercado cuando llevas muchas cosas. Me lo imaginaba arrumbado en el piso con un plástico negro saliendose por todos lados y con apenas tres rábanos de hojas amarillas sembrados al lado de un brocoli largo y moribundo.
Claro que no tiene que ser así (y si por ahora ese es el huerto que tienes, te prometo que ya no va a ser así, por favor sigue leyendo). Con nuestra metodología tendrás un espacio hermoso, lleno de vida, para contribuir al bienestar de tu familia.
Me voy a llenar de bichos.
Aquí no me queda más remedio que darte la razón: sí te vas a llenar de bichos. Bueno, solo tu jardín o terraza, a menos que pongas tu bancal en la sala de tu casa. Por favor no hagas eso, especialmente porque les va a faltar sol y aire a las calabazas, no por los bichos.
Cultivar alimento vivo implica vida, no hay otra forma de ponerlo. Bichos grandes como las ardillas y chicos como las orugas, van a llegar a disfrutar del banquete que les sembraste. Si pensabas que todo iba a ser para ti, te equivocaste. ¡Y esa es la mejor señal de que estás haciendo bien las cosas! Yo creo que es más digno de preocuparse el hecho de que ningún bicho se ha acercado a comerse la manzana granny smith que lleva abandonada en tu frutero desde hace un mes….
Cuando aparece “una plaga” en el huerto, muchos de mis clientes me hablan nerviosos y angustiados para preguntarme “¿qué hay que echarles para matarlos?”. Mi respuesta siempre es que “no son plaga” y “por favor no les eches nada”. Te recomiendo que no consideres un insecto como una amenaza mientras que no haya dañado más del 50% de tu cultivo. Yo sé que eso es mucho, pero creo que una de las lecciones más grandes que nos puede dar un huerto es aprender a convivir con la naturaleza y compartir.
Muchos de los insectos que verás en tu huerto ni siquiera le harán daño. Muchos de ellos son insectos benéficos que ayudan a la polinización de tus cultivos, como las abejas. Otros insectos llegarán para meter en cintura al primero que llegó, así funciona la naturaleza… Pero tú tranquilo, más adelante te compartiré unas recetas que ahuyentarán a las famosas plagas que nos amenazan con dejarnos sin cosecha.
No tengo suficiente espacio.
No importa dónde vivas: si cabes tú, cabe una planta. Si no tienes jardín o terraza, tal vez te quepa un bancal elevado en el balcón, o un contenedor al lado de la ventana. Si no hay muchas horas de sol, no te preocupes, aún puedes sembrar hierbas de olor u hojas para ensalada. Por menos espacio que tengas, siempre te cabrá una acelga o un romero en una maceta.
Y si tienes un poco más de espacio, en tu terraza o jardín, puedes cultivar más cosas. En un huerto en casa no vas a poder producir todo el alimento que consumes, pero sí vas a poder llevar algo de tu jardín a la mesa todos los días. Por lo menos, tu huerto te puede dar todas las hierbas de olor que usarás a lo largo del año. También puedes cosechar casi todas las hojas verdes que tú y tu familia comen en ensaladas. Y aún mejor, un huerto en casa te puede dar grandes cantidades de ejotes, pepinos, calabazas y más verduras de temporada. ¡Quizás incluso puedas preparar algunas conservas, para comer en otro momento!
Por favor, no dejes que ninguno de estos pensamientos te impida empezar tu aventura alrededor de la tierra, la comida y el fuego. En KUX-AL encontrarás todo lo que necesitas para vivir la mejor experiencia mientras cultivas alimento vivo. Desde inspiración y recursos educativos hasta atención personalizada, pasando por todos los materiales que necesitas, KUX-AL te ofrece la plataforma más completa que te acompañará en todos los pasos de tu aventura alrededor de la tierra, la comida y el fuego.
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