Un huerto te conecta con tu alimento, contigo misma, y con tus seres queridos. Un huerto te conecta con la vida.

Aunque mi abuelo me decía que mi nombre significa “campesina, del campo”, yo no lo creí hasta hace poco.

De niña crecí en una finca de caballos en Valle de Bravo. Mi papá me enseñó las maravillas del campo y sus agricultores; mi mamá,  la delicia de una mesa cautivadora, llena de comida y cariño. Los dos me transmitieron la importancia de compartir con más personas el orgullo del campo y la cocina mexicana.

Luego de haber estudiado en la CDMX, trabajado en una Farmacéutica y sido diagnosticada con una enfermedad autoinmune, me fui a vivir al campo. Quería probar de primera mano cómo es que se podía regenerar un lugar y producir alimento que sanara a las personas y a la tierra.

Después de 5 años, con unas manos llenas de tierra,

• varios libros, cursos y certificaciones con las mejores referencias en el mundo de la agricultura y la cocina,

• una hortaliza de 600m2 con verduras, flores, hierbas aromáticas y medicinales,

• gallinas y pollos en pastoreo racional, sus huevos y carne,

• borregas lecheras en pastura, y sus quesos,

• toros en pastura y después en el congelador,

• más de 100 árboles frutales y berries sembrados,

• una milpa para las tortillas, los tamales y frijoles de olla,

• un trigal de centeno, khorasan, trigo aventurero y sarraceno para el pan,

• y muchos clientes que han querido lo mismo para ellos, abrí KUX-AL.

Comparto el gusto por cultivar alimentos en armonía con la naturaleza, y por transformarlos, al lado de personas como tú, en alimento que nos llene de gozo. Tener un huerto en casa ha llenado a mi familia de alegría, belleza, salud y bienestar (también de un poquito de tierra). Deseo lo mismo para ti, mientras que vives la mejor experiencia cultivando y transformando alimento vivo.

¡Bienvenid@ a KUX-AL!